El sector retail pasa por un momento clave de transformación, no solo de sus procesos internos, que cada vez más se dirigen hacia todo lo conectado, sino en la manera de entender y llegar a un nuevo consumidor, más digitalizado y cuyos gustos llegan a cambiar en tan solo unas horas, dada su sobreexposición a un sinfín de ofertas. Ante este escenario de constante cambio y con tantos agentes, se hace difícil vislumbrar cuál es el camino hacia el éxito más allá de digitalizar el consumo. ¿Quiénes sobrevivirán? Se puede pensar que los más fuertes, como viene diciendo la ley de la selva, pero esta fortaleza no reside tanto en ser un retailer gigante en el sector sino en la capacidad de liderazgo para confeccionar un traje nuevo para la ocasión, cuyo patrón sea una cultura empresarial actualizada y cuyas costuras sean la suma de talento interno con el de otros partners. Son los must have para dar respuesta a la creciente disparidad de criterios de consumo actuales como la sostenibilidad.